El ciclo de vida de las abejas consta de cuatro etapas principales: huevo, larva, pupa y adulto. Este proceso, conocido como metamorfosis completa, permite a las abejas desarrollarse y cumplir con sus roles específicos dentro de la colmena.
Huevo: La reina pone huevos en celdas hexagonales de la colmena. Cada huevo es pequeño y ovalado.
Larva: Después de unos días, el huevo eclosiona y emerge una larva. Las larvas son alimentadas por las abejas obreras con una mezcla de polen y miel llamada "jalea real".
Pupa: La larva teje un capullo alrededor de sí misma y se convierte en pupa. Durante esta etapa, se produce la transformación en una abeja adulta.
Adulto: Finalmente, la abeja emerge como adulto. Dependiendo de su rol (reina, obrera o zángano), la abeja adulta realizará diferentes tareas dentro de la colmena.
Roles en la Colmena
En una colmena, cada abeja tiene un rol específico que contribuye al funcionamiento y supervivencia del grupo. La reina es la única hembra fértil y su principal función es poner huevos. Las obreras, que son hembras estériles, realizan todas las tareas de la colmena, desde recolectar néctar hasta cuidar de las larvas. Los zánganos son los machos y su único propósito es aparearse con la reina.
